Luis Duarte es uno de los jugadores que más ha evolucionado en el baloncesto venezolano durante el último año. El jugador nacido en Tapipa, estado Miranda, despuntó en la Superliga y se convirtió en uno de los jóvenes a seguir para el futuro de la disciplina en Venezuela. Este año espera continuar con su desarrollo en el circuito profesional y cumplir su sueño de vestir la casaca de la selección nacional.
“Mi meta en este momento es ganarme el llamado para la selección nacional. Los jóvenes tenemos esa aspiración. Quiero demostrar que tengo el potencial para estar en la selección”, comentó Duarte quien es uno de los puntales ofensivos de Gigantes de Guayana.
“Tapipa” se destacó en las dos ediciones anteriores de la Superliga y sabe muy bien que la liga es importante para su crecimiento como profesional. “La Superliga es necesaria para nuestro desarrollo. Para mi es fundamental jugar al menos seis meses año”, comentó. El mirandino también acotó que “es un poco difícil cuando tienes solo dos semanas de pretemporada, sobre todo para los jóvenes como yo que queremos demostrar”.
Para Luis jugar en el extranjero es una meta entre ceja y ceja, pero también entiende que jugar en el país le puede dar una vitrina importante. “En este momento no tengo ofertas del exterior, pero tengo fe que vienen cosas buenas para mí. Me quiero enfocar en la Superliga porque es nuestra vitrina para conseguir un lugar en una liga del exterior, por eso es importante que se realice el torneo”.
El criollo es parte del proyecto del equipo blanco, uno de los pilares del Plan Nacional de Desarrollo que presentó Fernando Duró el año pasado. Por eso Duarte entiende la importancia de afianzarse en Venezuela para luego desarrollar más su juego en ligas del exterior.
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Duarte busca mejorar
“Estoy consciente que debo mejorar muchas cosas”, comenta “Tapipa”, mientras entrena con lo que puede en su pueblo natal a la espera de la llamada de su equipo para reportarse a la pretemporada que no ha iniciado aún.
“Estoy mejorando mi drible para jugar en la posición que me gusta que es escolta”. Duarte ha demostrado que tiene muy buenas condiciones físicas. Su poder de salto y su forma de encarar hacía el canasto lo hacen un jugador interesante de cara al presente y futuro de la selección.
Un escolta con esas características podría ser muy útil para el seleccionado criollo. “No es un camino fácil, pero trabajo bastante para tener el nivel adecuado cuando me toque la oportunidad. Por eso es tan importante que tengamos un ritmo de juego constante”, aseveró.
Como Duarte son muchos los jóvenes que esperan seguir creciendo en el baloncesto venezolano. Para ellos es necesario tener un ecosistema sano de la disciplina en el que tenga una estructura sólida y constante.
