Cuando cayó el out 27 en la Serie del Caribe de Mazatlán, las Águila Cibaeñas volvieron a celebrar. Terminaron el torneo con siete victorias en igual número de encuentros al vencer a Criollos de Caguas de Puerto Rico, cuatro carreras por una. En la cueva, el veterano manager, Félix Fermín, sumó otra hazaña a su larga carrera, precisamente en el momento donde, asegura, estaba siendo descartado.
República Dominicana sigue demostrando que es la mejor liga del Caribe, no solo por la cantidad de grandeligas que jugaron, sino porque sumaron su vigésimo primer clásico caribeño. Tigres del Licey tiene 10 coronas, pero ahora las Águilas sumaron su sexta, lo que le permite quedar en solitario en el segundo lugar con seis. Criollos de Caguas y Cangrejeros de Santurce tienen cinco cada uno.
Pero la mano que manejó los hilos del exitoso equipo dominicano es un viejo zorro. Uno que marca una época en su país y en la competición caribeña. Félix Fermín, un tipo que en la primera década del 2000 dominó a placer las ligas y cuanto torneo dirigió, pero que al pasar los años, los resultados, invitaban a pensar que el retiro estaba cerca.

Así parecía. Hasta que regresó a sus queridas Águilas en 2019 cuando fue despedido el venezolano Omar López. Un año después, entre críticas, demostró que le queda sapiencia al viejo zorro del municipio Mao, en la provincia de Valverde.
No tuvo mayores rivales en la Serie del Caribe, dominando a sus rivales. Estuvo a punto de quedar eliminado en semifinales ante Federales de Chiriquí, pero vino de atrás para ganar en el noveno inning. También se empleó a fondo ante Caimanes para evitar la sorpresa, aunque dio descanso a sus jugadores habituales. Al final fue justo campeón de un torneo que se le da muy bien.
«Yo desde antes de decir adiós a mi carrera como pelotero, ya tenía grandes nociones como dirigente, pues aprendí mucho de Francona y Quade, a quienes ayudé también en sus funciones. Tuve la fortuna de que cuando mi carrera ya estaba en sus finales, las Águilas contrataron a esos magníficos dirigentes, de quienes aprendí mucho y observaba con detenimiento como hacían las cosas.
Félix Fermín
El desahogo luego de ganar la final imposible
Si algo tuvo la temporada recién culminada en el caribe fue problemas. El tema pandemia obligó a los circuitos a comenzar en fechas que no son habituales, pero se llevaron adelante. Sin público que los viera y aplaudiera desde las gradas, los peloteros tuvieron que acostumbrarse al ruido artificial, precisamente en una campaña en la que en la isla se dieron cita una buena cantidad de estrellas de la gran carpa.
En este torneo llegó a la final las Águilas Cibaeñas, que estuvieron abajo 1-3 ante los Gigantes del Cibao. Muchos daban por hecho que Gigantes tomaba el testigo de los Toros del Este, campeón del año anterior.
Para poder levantar la copa, las Águilas de Félix Fermín tenían que repetir una proeza que solo los Leones del Escogido habían podido lograr. Fue en la temporada 1987-88 cuando los melenudos regresaron de atrás para vencer a las Estrellas Orientales. Así fueron ganando juego a juego para coronarse.

Félix Fermín tuvo su momento de desahogo. “Este tiene un sabor diferente, porque se me estaba descartando, dijeron que no podía seguir dirigiendo y hoy gracias a Dios estamos celebrando”, dijo el manager.
Y es verdad, Fermín no conseguía un título desde hace 13 años, pero el zorro viejo estaba de vuelta. Con Águilas tiene seis títulos, lo que lo convierte en el manager más ganador de la liga quisqueyana. De hecho, el equipo rapaz empató en el liderato de títulos a los Tigres con 22, pero el 27% de esos han sido conseguidos bajo el mando el exinfielder.
La marca en el Caribe también impresiona. Es el manager más exitoso en su historia con cuatro títulos, todos con las Águilas. Fermín fue campeón en las ediciones de 2001, 2003, 2007 y 2021. En la recién culminada edición de Mazatlán se convirtió en el ganador de más juegos con 27, superando las 22 victorias de Mako Oliveras y Paquín Estrada.
Rendidor pero no estrella, su legado en las Grandes Ligas
Félix Fermín jugó 10 temporadas en el mejor béisbol del mundo. Debutó con los Piratas en 1987 y ahí estuvo por dos años, luego pasó por Indios (cinco años), Marineros y Cachorros. En la temporada de 1994, el dominicano fue cambiado de Cleveland a Seattle, junto a Reggie Jefferson, a cambio del campocorto venezolano Omar Vizquel.
Su posición siempre estuvo en el infield. Segunda base o campocorto, Fermín no se caracterizó por ser un jugador de alto promedio de bateo, aunque en su primera campaña con los nautas bateó para .317 con 35 remolcadas.

Al iniciar su carrera como manager fue ganador, aunque en los últimos años la sequía de títulos sobrepasó los diez años. Después de Dominicana, México ha sido su segundo hogar al hacerse cargo de equipos como Delfines de El Carmen, Sultanes de Monterrey, Tecolotes de Dos Laredos y Rieleros de Aguascalientes.
En Venezuela tomó a los Cardenales de Lara para la temporada 2014-2015 y no pudo llevarlos a la clasificación a los playoffs. Ganó 29 juegos y perdió 35, además cayó en un juego extra ante Tiburones, lo que de haber ganado, le daba el pase de ronda a pesar del negativo récord.

El dominicano sigue consiguiendo escribir páginas doradas en el béisbol de Caribe. Quizás el único capítulo que le falta a ese libro es el de ganar en su propia tierra. De las cuatro coronas que tiene, dos han sido en Carolina (PR), una en Culiacán y otra en Mazatlán (Mex).
En el 2022, la Serie del Caribe se jugará en Santo Domingo.
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