Para nadie es un secreto que el deporte venezolano se encuentra en un momento complejo. Incluso para el béisbol, que resultaba uno de las disciplinas más sólidas dentro del país. Pero eso quedó en el pasado, las deudas salariales ya llegaron al entorno de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
El pasado viernes 15 de enero se dio a conocer, por parte de algunos periodistas especializados en la fuente, que los jugadores de los cuatro equipos semifinalistas (Navegantes del Magallanes, Caribes de Anzoátegui, Tigres de Aragua y Cardenales de Lara) retrasaron los encuentros por media hora para exigir el pago de su salario.
Hasta el momento, ninguno de los equipos ha emitido algún comunicado sobre lo sucedido. Tampoco la LVBP, pero los compromisos correspondientes al tercer juego de las series culminaron con éxito.
Y aunque toda acción tiene una reacción, fueron los fanáticos e incluso aquellos allegados al béisbol venezolano los que más comentaron sobre lo sucedido. Entre ellos, el mánager y ex pelotero Oswaldo Guillén en sus redes personales.
Deudas salariales: otro problema para la LVBP
A nivel mundial, la organización de una temporada deportiva no ha sido cosa fácil entre el pasado año 2020 y el presente 2021. Sin embargo, cuando hablamos de la presente campaña de la LVBP, ha contado con varios inconvenientes que no son habituales, si hablamos del béisbol venezolano.
Acostumbrados a tener juegos de pelota desde el mes de octubre, la pandemia hizo de las suyas y retrasó toda organización. De todas formas, el calendario inició en el mes de noviembre para disputarse un total de 40 juegos por equipo y con nuevo formato, incluida las llamadas burbujas con sedes específicas.
Esto solo evitó los viajes largos a zonas distantes como Puerto La Cruz, Maracaibo o Margarita. Pero, los contagios no se pudieron evitar. Muchos equipos sufrieron bajas importantes de peloteros, sumado a una gran cantidad de encuentros suspendidos en la LVBP.
Cabe destacar que esta no ha sido la única temporada donde el béisbol se mostró afectado. Aunque la ausencia de peloteros importantes de la Major League Baseball (MLB) se ha ido reduciendo desde la última década, fue en el 2018 cuando la LVBP sufrió un impacto grande tras la muerte de José Castillo y Luis Valbuena.
Posteriormente, en el 2019 tanto el equipo de Valencia como el de Maracay se vieron afectados por la sanción de la OFAC. Cada año suceden cosas que afectan la estabilidad de la organización, algo que no estábamos acostumbrados e incluso pensábamos que nunca pasaría, siendo esta una de las disciplinas principales del país.
La decadencia del deporte en Venezuela
Pero no solamente ha sido el la LVBP, la que ha presentado retrasos o se ha visto afectado por los impactos del covid dentro del territorio nacional. Otras disciplinas como el fútbol y el baloncesto también han tenido que ingeniárselas para cerrar su planificación de forma exitosa.
Recientemente a finales del pasado 2020, ambas consiguieron coronar a sus respectivos campeones. Por un lado el Deportivo La Guaira, quien consiguió su primer trofeo en el fútbol y por otro, en el deporte de las alturas, Spartans Distrito Capital.
Aunque esto no fue asunto sencillo, incluso tuvieron que aplicar también el formato de burbujas para poder sacar adelante el certamen. Aun así, los contagios estuvieron a flor de piel, pese a que pocos fueron dados a conocer de forma oficial.
Mientras que las deudas salariales también aparecieron, tal y como al parecer sucede actualmente en la LVBP. En el caso de la Liga FutVe, fueron varios los jugadores de distintos equipos que alzaron la voz por medio de las redes sociales.
Incluso, Trujillanos FC alcanzó a reclamar en el propio campo, sin efecto positivo alguno para la época. Pero estos retrasos tocaron muy a fondo a las instituciones, quienes han anunciado la baja de muchas piezas regulares para la venidera temporada 2021.
Actualmente, se desconocen las fechas de inicio de las próximas campañas y el formato que se aplicará, generando mucha incertidumbre sobre su realización. Tal y como sucedió en el pasado año, atacado por el covid y la realidad venezolana en la que también cayó la LVBP.
