Tom Brady: el fin de una era en la NFL

Luego de 20 temporadas y seis anillos de campeón, era prácticamente imposible imaginarse a Tom Brady con otro uniforme que no fuera el de los New England Patriots. 

A sus 43 años y con contrato expirado, podía pensarse que de no retornar a Massachusetts, el retiro iba a ser la principal opción para el mejor mariscal de campo de todos los tiempos. Pero, aún con su edad, Tom Brady ha demostrado que sigue estando en la élite entre los jugadores de su posición en la NFL. 

Este viernes 20 de marzo, se hizo oficial la firma de Brady con Tampa Bay Buccaneers; por dos años, $50M y $9M en incentivos. 

El problema para Nueva Inglaterra no era un tema de dinero; de hecho, en el club han podido hacerle una oferta similar o mejor, pero ese no era el deseo de Brady, lo cual nos lleva a una sola pregunta. 

¿Por qué buscar nuevos aires?

La respuesta, quizás, no es tan complicada como parece. 

No es un secreto que desde hace algunos años la relación entre Tom Brady y Bill Belichick, quien ha sido su único director técnico en la NFL, ha venido empeorando; luego de distintos roces entre ambos.

Una vez, intentaron reemplazarlo por Jimmy Garoppolo, quien actualmente es la estrella de los San Francisco 49ers. Fue Robert Kraft, dueño de los Patriots, quien abogó por Brady e intercedió para que eso no sucediera. Al final resultó en un título más para ellos.

También está el problema del 2017, cuando Alex Guerrero, entrenador de Brady, fue vetado y no pudo entrar más a las facilidades del club y el avión del equipo. La decisión fue tomada por Belichick en aquel entonces.

Por último y la más reciente, está la despedida de Antonio Brown, quien fue contratado por los Patriots luego de haber sido dejado en libertad por los Oakland Raiders. Tuvo solo un partido como jugador de Nueva Inglaterra y a los pocos días decidieron salir de él por la polémica del acoso sexual. 

Luego del retiro de Rob Gronkowski, Brady perdió una de sus mejores armas. La ofensiva de los Patriots sufrió muchísimo en la segunda mitad del 2019. De esta manera, al no poder garantizar mejores opciones para él, era de esperarse una decisión como esta. 

Tampa, el mejor destino

Los Buccaneers han armado una línea ofensiva de lujo con los receptores abiertos: Mike Evans y Chris Goodwin; el ala cerrada O.J. Howard y el corredor Ronald Jones. Esa combinación, junto con el sistema planteado por Bruce Arians podrían convertirse en uno de los equipos más poderosos; no solo de la Conferencia Nacional, sino de todo el Fútbol Americano. 

En Florida el clima es prácticamente perfecto, se mantiene en la Costa Oeste cerca de su familia y no se paga impuesto de Estado; lo cual es un gran beneficio para Brady que ganará cerca de $60M por las próximas dos temporadas.

Jugará en la división con los New Orleans Saints (13-3), Atlanta Falcons (7-9) y Carolina Panthers (5-11); es decir, con un solo equipo que dejó récord positivo en 2019 y otros dos clubes que no están compitiendo por puestos altos en la NFC.

Con sus términos y condiciones

Brady no solo recibirá una muy buena cantidad de dinero, sino que además tiene una cláusula completa de “no cambio” y además, después de dos años, tendrá un par de opciones: el retiro o ir al equipo que quiera. 

¿Qué sigue ahora para Nueva Inglaterra? 

El futuro realmente no es tan promisorio, pues no hay estabilidad en la posición más importante del campo como lo es el mariscal, algo que tuvieron por 20 años.

Jarret Stidham, quien fue seleccionado por New England en la cuarta ronda del draft del 2019, apunta para ser el quarterback titular en la próxima temporada. Es alguien que Bill Belichick puede moldear para adaptarlo a su estilo de juego; pero no esperen que llegue a un nivel de estrella y menos con el poco apoyo ofensivo que tiene a disposición. 

Eso sí, no es que todos los casos sean iguales, pero Brady fue la selección 199 en el draft del año 2000, así que no es preciso dejarse llevar por ese número. 

La salida del mejor de todos los tiempos deja un vacío que no se puede llenar; pero es tiempo ahora de que en Foxboro aprendan a ganar sin Tom Brady. 

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