Rubén Limardo, el inmortal del esgrima hace mea culpa

En medio del entrenamiento rutinario en Lodz, Polonia, el teléfono de Rubén Limardo no paraba de sonar. Era tan fuerte e insistente que transcendía del bolso hasta llegar a la pedana. El campeón olímpico decidió ignorar el sonido hasta que se volvió preocupante. ¿Y si pasó algo con la familia en Venezuela?

La concentración comenzó a fallar, ese teléfono seguía sonando. Rubén decidió atender con clara preocupación. Del otro lado de la llamada estaba José Benavides, un buen amigo suyo de la Confederación Panamericana de Esgrima. “José, llámame dentro de 15 minutos que estoy entrenando”, fue su primera reacción.

“No Rubén, te lo voy a decir de una vez, acabas de ser elegido al Salón de la Fama del Esgrima”. La reacción del espadista fue inmediata. “Se me aguaron los ojos, luego se lo dije al resto del grupo que estaban muy pendientes. El triunfo no solo es para mí sino para toda Venezuela. Es lo que los atletas podemos dar”.

El nuevo inmortal de la esgrima mundial contó en un live para Triángulo Deportivo su más reciente combate ganado. A pesar de ser atleta activo, el muchacho de Ciudad Bolívar ya tiene un lugar entre los mejores esgrimistas en la historia. Ahí donde también está el barón Pierre de Coubertin, el padre de los Juegos Olímpicos modernos; además de otros seis tiradores latinoamericanos.

“Si te digo la verdad, me enteré que la Federación Internacional de Esgrima tenía un Salón de la Fama cuando me dijeron que me postularían”, le contó a la periodista María Cristina Santoro. Limardo integra un selecto grupo de personalidades de la disciplina a la que le ha dedicado su vida y en la que le dio a Venezuela su tercera medalla de oro olímpica.

Y es que la figura de Rubén Limardo no pasa desapercibida en ninguna parte, menos en su país. Como atleta es uno de los más grandes de la historia por lo que es admirado. También es señalado por haber sido diputado suplente de Héctor Rodríguez en la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela en las elecciones del 2015.

Cinco años después de aquel criticado paso, el bolivarense afirma haberlo dado en falso. “Me equivoqué”, dijo el esgrimista a quien por tener su base de entrenamiento en Polonia se le hacía imposible ocupar un cargo político que le exigía estar entre el Palacio Federal legislativo y su estado natal.

El retiro para él no está cerca, al menos no se lo plantea aún. Limardo espera estar en las pedanas de París en los Juegos Olímpicos del 2024 y de ahí, tomar una carrera gerencial que lo lleve hasta el Comité Olímpico Internacional.

Su esgrima se levanta sobre la pandemia

Para Rubén Limardo, como para el mundo, el 2020 ha sido un año duro. Mientras se preparaba para buscar otra medalla olímpica en Tokio, el mundo volvió a conocer el significado de la palabra pandemia. Para él todo cambió, su entrenamiento se paralizó y tanto su esposa como sus hijos, quedaron atrapados en Venezuela.

“Ha sido difícil porque mi esposa no tiene una fecha estimada para que podamos vernos. Al varón, Alex Rubén, lo he visto poco desde que nació. Mi hija Gaby Isabela ya tiene cinco años y entiende la situación. Me pregunta cuándo podremos estar juntos y tengo que usar la psicología que usaba mi mamá con nosotros. Le digo que hay que ser fuertes y que esto no será por mucho tiempo”.

Rubén está en Polonia entrenando junto a su equipo y liderando, con tu tío Ruperto Gascón, su fundación. Pero la mirada está puesta en Tokio, unos juegos en los que tiene confianza en montarse en el podio por sus últimos resultados.

Precisamente el bronce en Canadá fue el que le dio mayor confianza. Esa medalla se la llevó a su hijo recién nacido en los únicos 10 días que ha podido verlo. Luego voló a Polonia para seguir con su rutina esperando que pronto su familia se le pudiese unir.

“Este año los resultados habían comenzado a aparecer. Siento que ese tercer lugar en la Copa del Mundo de Vancouver me postulaba a la medalla olímpica, pero luego vino el parón por la pandemia. Ahora estoy trabajando en la parte física, los entrenamientos van bastante fuertes. Estamos preparados para todo”.

Rubén Limardo alza la voz por muchos atletas

En medio de la segunda peor crisis migratoria en la actualidad, solo por detrás de Siria, Venezuela enfrenta un desafío. Sus atletas han emigrado en masa, muchos de ellos han tomado la decisión de representar otras naciones.

“Es triste que otros atletas estén representando a otros países. Luego de haber ganado el oro en Londres me ofrecieron muchísimo dinero para representar a otros países y o rechacé. Sentía que después de esa medalla, competir por otro país era una traición a la patria. Al menos para mí”.

Pero Limardo mira a su alrededor y critica la dura realidad que viven sus colegas atletas. “Muchos lo han hecho porque tienen familia. Lo mejor sería que ellos representen a nuestro país pero para eso deben tratarnos como lo hace Rusia, por ejemplo. Allá tienen un sueldo con lo que pueden vivir”.

Y prosigue. “En Venezuela pareciera que el deportista está aislado, que no tiene importancia. Muchos atletas están entrenando fuera porque en el país no tienen una ayuda, una guía. ¿Desde cuándo no se hacen Juegos Nacionales? Ya vamos para ocho años. Yo salí de ese sistema”.

La situación de crisis interna en Venezuela también es una preocupación. “Muchos atletas me dicen que es muy duro porque no están entrenando. El tema de la gasolina les impide trasladarse. Otros países respetan las medidas sanitarias de su gobierno pero han llevado a los atletas a entrenar a otras partes”.

Su paso por la política resumida en una frase: “Me equivoqué”

Para las elecciones parlamentarias del 2015 Rubén Limardo tomó la mano de Nicolás Maduro y Héctor Rodríguez, actual gobernador de Miranda, para formar equipo. Quien también fue cercano a Hugo Chávez decidió alistarse en el PSUV y prestar su imagen a la campaña donde aspiraba ser suplente de Rodríguez. Esa decisión lo colocó en el ojo del huracán.

“El Rubén que era luego de los Panamericanos del 2015 cuando entré en la arena política, que no se la recomiendo a nadie; fue una experiencia que viví y lo digo, me equivoqué. No conozco de ese medio, solo del deporte, ese Rubén volvió a los resultados, a darle alegría al país. Yo soy el Rubén de toda Venezuela”.

Ayer tuvimos un live increíble en @TrianguloD con Rubén Limardo, que no se guardó nada.

"Sí, 𝘮𝘦 𝘦𝘲𝘶𝘪𝘷𝘰𝘲𝘶é".

Aquí una parte:

Disfrútalo completo en nuestro canal de IGTV pic.twitter.com/gzWqmdAUCN

— Maria C. Santoro (@CoquitoSantoro) September 12, 2020

Precisamente por ese precedente, desde el mismo seno deportivo se han levantado voces. Cuando Limardo critica la actual situación de los atletas, a menudo lo señalan de levantar la voz ahora.

“De alguna manera no es de ahora. Hay gente que me conoce por la fama, pero los que realmente me conoces saben que tenemos una lucha desde el 2000 cuando mi mamá se enfrentó a los gobernadores que tuvo Bolívar. Allá el deporte está por el suelo y yo tengo cuatro años luchando por la sala de armas. Pero hay mucha gente que se aprovecha de la situación y desconoce esto”.

Aquel papel de figura política aún sigue siendo un estigma, a pesar de que para él pasó la página. “No le recomiendo a los atletas activos que entren en la política, son cosas muy diferentes. Me ha pesado, pero eso me enseñó a ser más fuerte. Me enseñó a luchar y decidí seguir obteniendo triunfos para Venezuela”.

Según el portal Poderopedia, en 2012 Limardo publicó un mensaje en su cuenta de Twitter. “No quiero que me vinculen con la política, porque yo soy un deportista y es de lo que sé”.

Después del retiro apunta hacia el COI

Rubén Limardo afirma que, aunque no tenga pensado el retiro, ya se prepara para cuando llegue. Ese será el momento del traje y las reuniones porque quiere formar parte de una camada de gerentes que se forman entre los atletas.

“Quiero ser presidente de la Federación Venezolana de Esgrima. Deseo darle a conocimiento y buena gerencia, que se prioricen los temas. Los atletas de alto rendimiento debemos estar en el top, no podemos tener la misma prioridad que los demás”.

Pero la ambición es mucho mayor. “Quiero estar en el Comité Olímpico de Venezuela y el Internacional. Ayudar a desarrollar el deporte mejorando la gerencia”.

El camino del retiro no está cerca, a pesar de los 35 años, pero Rubén ya visualiza cómo quiere ser recordado. “Quiero que me recuerden como el muchacho que salió de las orillas del río Orinoco para lograr grandes cosas. Ese que ganó un oro olímpico y todavía sigue dando triunfos”.

Ese ahora está en el Salón de la Fama de la esgrima.

Aquí te dejamos la impactante conversación con el campeón olímpico.

https://www.instagram.com/tv/CFAvoEkHSTi/?igshid=19zkfb7yefxnx