Si se abre un libro o algún portal para leer sobre la historia de los Súper Bowls y por alguna razón –quién sabe por qué- no sale una foto de Tom Brady, no está mal que se diga: “¡Hey! Aquí falta algo. Esto está más incompleto que rompecabeza en discoteca”. En Wikipedia –inmensa enciclopedia popular- cumplen con la labor. En el enlace sobre el gran evento del fútbol americano hay una foto del legendario mariscal de campo; chiquita, es verdad, pero está.
El nombre del jugador no es sinónimo de Súper Bowl por mera casualidad o un capricho de la mercadotecnia. Nada de eso. Tal parece que cuando Tom Brady nació, hace 43 años, en San Mateo, California, lo hizo para jugar en el mayor partido singular de los deportes profesionales de Estados Unidos.
Es tan absurdo ese romance y matrimonio de Tom Brady con los Súper Bowls que, contando la edición LV, ya tiene 10 en su carrera de Salón de la Fama. El quarterback, de hecho, ha vivido más Súper Tazones que casi todas las franquicias de la NFL. Es algo ridículo. Solo es superado por su exequipo los New England Patriots, que poseen 11 juegos de Súper Bowl.
Tom Brady vs. NFL en Súper Bowls
Más debajo de la franquicia Brady están Dallas Cowboys, Pittsburgh Steelers y Denver Broncos. Los tres equipos tienen ocho Súper Tazones. Luego están los San Francisco 49ers con siete, Green Bay Packers, New York Giants, Los Ángeles Oakland y Las Vegas Raiders, Washington Football Club y Miami Dolphings con cinco. Y la lista sigue y sigue.
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De hecho: más de la mitad de los equipos de la NFL tienen menos Súper Bowls disputados que Tom Brady. Así de dominante ha sido el mariscal de campo en su carrera. Pro Football-Reference da una reseña de todos los grandes eventos que ya ha vivido en californiano. El primero fue en 2001 contra San Luis Rams. Debutó a lo grande: con el anillo de campeón. También estuvo en 2003, 2004, 2007, 2011, 2014, 2016, 2017 y 2018.
Y su efectividad para ganar el partido máximo ha sido bastante alta. Tiene seis campeonatos en nueve Súper Tazones. Cuatro de esas seis ocasiones él ha sido el máximo protagonista, la razón del campeonato de los Patriots; en pocas palabras: el MVP.
Y ahora con Tampa
En sus nueve Súper Bowls, Tom Brady tiene 256 pases completados en 392 intentos y 2.838 yardas ganadas gracias a sus tiros. Solo los New York Giants (2007 y 2011) y Filadelfia Eagles (2017) lograron derrotarlo en su propio juego, delante de todo el entretenimiento deportivo de Estados Unidos.
Ya con 43 años, y lejos de los Patriots, el equipo con el que estuvo durante 20 años y alcanzó lo más alto de los deportes profesionales, la carrera de Brady tiene otro gran capítulo. Quizás uno de los más meritorios, hasta ahora. Llegó a Tampa Bay Buccaneers, una organización que no está muy acostumbrada al éxito. De hecho, si se compara al equipo con la carrera de Brady, las cosas no saldrían muy bien para Tampa. Solo tiene dos títulos de conferencia (2002 y el que logró esta campaña con el mariscal de campo). En el Súper Bowl de 2002 venció a Oakland Raiders, con Dexter Jackson como el MVP.
Tom Brady puede ganar el séptimo de sus 10 Súper Bowls, aunque eso no debería ser tan sencillo. El 7 de febrero no se medirá a un rival común. Tendrá del otro lado del emparrillado a Patrick Mahomes y sus Kansas City Chiefs. Es el duelo de dos quaterbacks de diferentes épocas. Es un momento para sentarse y mirar a Brady contra Mahomes. Algunos pueden considerar eso como una bendición.
